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Donald Trump en WWE y cómo el entretenimiento deportivo impulsó su influencia política

Writer's picture: Vicente BeltránVicente Beltrán

El nuevo Presidente de los Estados Unidos es miembro del Salón de la Fama de WWE

Donald Trump y Hulk Hogan en los años 90.
Donald Trump y Hulk Hogan en los años 90. WWE

RELACIONADO.


La relación entre Donald Trump y World Wrestling Entertainment (WWE) ha sido una intersección notable entre el entretenimiento deportivo y la política estadounidense. La influencia de Trump en WWE y viceversa ha dejado una marca significativa tanto en la industria del entretenimiento como en el ámbito político.


Donald Trump en WWE: un 'showman' con conexiones financieras y políticas




La participación de Trump en WWE se remonta a finales de los años 80, cuando los eventos WrestleMania IV y V se llevaron a cabo en el Trump Plaza en Atlantic City. Sin embargo, uno de los momentos más emblemáticos ocurrió en 2007 durante WrestleMania 23, en el evento denominado "La Batalla de los Billonarios". En esta ocasión, Trump y Vince McMahon, presidente de WWE, eligieron a luchadores para representarlos en una pelea, con la estipulación de que el perdedor sería rapado en el ring. Trump salió victorioso, lo que culminó con él afeitando la cabeza de McMahon frente a miles de espectadores. Este tipo de apariciones no solo aumentaron la popularidad de WWE, sino que también mostraron la capacidad de Trump para conectar con audiencias masivas a través del espectáculo.


La relación entre Trump y WWE no se limitó al entretenimiento. Según un artículo de Forbes, en 2007, WWE donó $4 millones a la Fundación Donald J. Trump, representando una parte significativa de las donaciones recibidas por la fundación ese año. Aunque inicialmente se registró como una donación corporativa, posteriormente se aclaró que los fondos provenían personalmente de Vince y Linda McMahon, cofundadores de WWE (cabe recordar que Linda acabó formando parte de la administración Trump en su primera etapa (en la SBA) con la misión de "ayudar, asesorar, asistir y proteger, en la medida de lo posible, los intereses de las pequeñas empresas". Esta contribución financiera destaca la estrecha relación entre ambas partes y cómo el entretenimiento y la política pueden entrelazarse a través de apoyos económicos.


Además, Linda McMahon ha jugado un papel crucial en la conexión entre WWE y la política. Tras dos intentos fallidos de obtener un escaño en el Senado por Connecticut, Linda fue nombrada por Trump como directora de la Administración de Pequeñas Empresas en 2016, como comentábamos anteriormente. Este nombramiento subraya cómo las relaciones forjadas en el mundo del entretenimiento pueden trascender al ámbito político, llevando a figuras del deporte-espectáculo a posiciones de influencia gubernamental. Algo parecido a lo que acaba de suceder con Elon Musk que liderará el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental.


Impacto en la percepción pública y política


Trump y la familia McMahon en la Casa Blanca
Trump y la familia McMahon en la Casa Blanca. WWE

La incursión de Trump en WWE y sus posteriores vínculos políticos con figuras de la empresa han tenido implicaciones en la percepción pública. Por ejemplo, exestrellas de WWE como Mick Foley han expresado críticas hacia Trump, señalando que su retórica y acciones han polarizado a la nación. Foley mencionó que no encuentra nada "divertido" en Trump, destacando una división en la comunidad de la lucha libre respecto al expresidente. Estas opiniones reflejan cómo la mezcla de entretenimiento y política puede influir en las opiniones de los fanáticos y del público en general. Todo lo contrario ha ocurrido en los últimos meses con Hulk Hogan, al que el flamante Presidente de los Estados Unidos utilizó en más de un mitin para atraer a una parte muy exclusiva del electorado.


En resumen, la importancia de Donald Trump en WWE trasciende las apariciones esporádicas en el ring. Su capacidad para fusionar el espectáculo deportivo con la política ha dejado una huella indeleble en ambas esferas. Las conexiones financieras y los nombramientos políticos derivados de su relación con WWE ejemplifican cómo el entretenimiento puede servir como una plataforma para influir en la política y viceversa. Este entrelazamiento ha moldeado percepciones y ha demostrado que las fronteras entre el deporte y la política son, en ocasiones, más permeables de lo que se podría pensar.

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