¿Qué más tiene que hacer Drew McIntyre? (OPINIÓN)
Entiendo la desesperación de Drew McIntyre. Lo ha dado todo y no ha conseguido nada. No sé que más puede o debe hacer para ganar un campeonato de relevancia en WWE. La del sábado en Clash at the Castle fue la última humillación pública (segunda en su país) a Drew por parte de la compañía de sus amores. Ni contigo ni sin ti. La historia de McIntyre en WWE es una de esas que perdurará en la noche de los tiempos. Estuvo, no retuvo, salió, triunfó, regresó, estuvo, campeonó, se acabó. Es triste pensar que un hombre que lleva más de una década en la compañía, al pie del cañón, haya tenido su punto álgido en mitad de la pandemia, cuando el mundo (y la lucha libre no iba a ser menos) se encerró a cal y canto tras cien candados y mil llaves. Fue en WrestleMania 36, a puerta cerrada, cuando ganó el campeonato de WWE a Brock Lesnar, y sólo estaban él y el cámara. Cuando se levantaron las restricciones y todo el mundo pensaba que WWE se la debía; pero el título fue para Reigns y que McIntyre podría tener su gran momento en WrestleMania 37, justo donde llegó la primera decepción. Nada de nada.
Luego llegó Clash at the Castle en Cardiff. Drew McIntyre vs. Roman Reigns. Nada podía fallar, este es el momento, ¡vamos Drew! Pero ese fue el día que eligió WWE para que debutara Solo Sikoa y aguara la fiesta ante miles y miles de compatriotas. Bueno, no pasa nada. WWE le sigue debiendo una y se la devolverá. Llevó la bandera de la compañía en un momento en el que muchos se quitaron de enmedio por miedo, valentía o vergüenza y esas cosas se devuelven, o deberían. Avanza el tiempo, avanzan las historias, los rivales se hacen más y más fuertes y Drew McIntyre cada vez más y más pequeño hasta el punto de no tener relevancia, rivales ni historia alguna que echarse a la boca. Fue entonces cuando pensamos: "¡Qué injusto es todo! Bueno, no pasa nada. WWE le sigue debiendo una".
WrestleMania XL. Era el momento de Drew. Con Seth Rollins lidiando desde hacía meses con lesiones de espalda, se podría entender y/o adivinar que McIntyre saldría como vencedor y que, al menos, si no podía ser el Campeonato de WWE sí que podría ser el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados. ¡Y lo fue! ¡Drew se coronó en WrestleMania y con público presente... pero le duró pocos segundos, exactamente 346, hasta que se rió en la cara de CM Punk y éste colaborara al canjeo de Damian Priest, dando comienzo a una rivalidad que bien podría ser más importante que la lucha por cualquier campeonato frente a 'The Best in the World'. Pero es que el sábado era sí o sí. Estaba en casa, prácticamente en la parte trasera del jardín de su casa y WWE tampoco quiso darle el campeonato. Ni Priest, ni Punk ni historias, Drew McIntyre falla y falla y falla, da igual dentro que fuera de casa y WWE parece disfrutar con ello. Parece regocijarse con el hecho de llevar a su Superestrella al límite psicológico soportable y a estas alturas de la película no nos queda más que pensar en que sí, que no pasa nada, que WWE le sigue debiendo una.
Comments