Raw en Netflix, ni una cosa ni otra
El primer programa de WWE en la plataforma de pago no dejó a nadie indiferente
Tuvieron que pasar 1649 episodios de Monday Night Raw para que el programa bandera de WWE llegara a Netflix. Con la Premiere del show en la plataforma de pago, alfombra roja incluida, nos dimos cuenta de la cantidad de cosas que cambiarán y de las cosas que permanecerán siendo santo y seña de la marca. Celebridades, promociones, cameos y más en una noche histórica para WWE y Netflix.
Lo que SÍ nos gustó de Raw en Netflix
WWE siempre se ha caracterizado por dar un tratamiento VIP a sus leyendas en los programas importantes, y el primer show de Raw en Netflix lo era. Es por ello que tuvimos como protagonistas a The Rock (que abrió la nueva era televisiva, como os adelantamos en Contralona), John Cena, The Undertaker (protagonista del primer evento estelar de la historia en Raw en 1993) o Hulk Hogan. Es lo que demanda el público; el conocido 'llamamiento a la nostalgia' que busca y cuida a los telespectadores que siguen fieles al producto desde hace varias décadas. Además casi todos ellos cumplieron con parte de las historias que tienen entre manos: The Rock hizo las paces con Cody Rhodes y coronó a Roman Reigns, John Cena dio el pistoletazo de salida a su 'Tour de despedida' anunciando su participación y su intención de ganar el Royal Rumble para convertirse en campeón de WWE por 17ª vez; The Undertaker (como The American Badass) celebró la victoria de la nueva reina del lado oscuro y la brutalidad, Rhea Ripley y Hulk Hogan... bueno, sigan leyendo más abajo.
Otras de las novedades que tuvimos la oportunidad de disfrutar fueron los novedosos tiros de cámara desde el dron que sobrevoló el Intuit Dome durante la noche. WWE ya había mostrado las posibilidades en algún que otro PLE, pero en el debut de Raw en Netflix se hizo evidente que los espectaculares acercamientos al graderío desde el ring o al ring desde el graderío, serán uno de los platos fuertes en lo que a la producción de esta nueva era se refiere.
Y por supuesto... los combates. En este sentido no nos ha sorprendido. WWE puso en liza una cartelera digna no sólo de cualquier PLE sino de la mismísima WrestleMania y no defraudó. Otra cosa es la acogida del público de la que hablaremos en breve, que quizás desmereció gran parte de ellos. Además, los resultados fueron los que tenían que ser. No hubo sorpresas, y a veces lo mejor es lo esperado. Sin sobresaltos.
Lo que NO nos gustó de Raw en Netflix
Empecemos hablando del público. Pocas veces se ha visto un estadio lleno hasta la bandera (con más de 17.000 espectadores) tan callados e indiferentes, por momento, ante lo que estaban viendo. Por momentos llegó a ser incómodo. Acciones y segmentos con los que cualquier público (incluído el norteamericano) habría perdido la cabeza, sólo llegaron a levantar leves exclamaciones de admiración o sorpresa. En un show que contó con las leyendas que ya hemos comentado (será difícil que todas ellas vuelvan a coincidir en tiempo y forma) no hubo ningún pop destacado, como se suele decir, ni de esos de los que se recordarán en el listado de reacciones de destacadas de los fans. Quizás sólo se salvó la recepción de Jey Uso, que ya es decir, teniendo en cuenta lo que teníamos entre manos.
Evidentemente, en el primer show de Raw en Netflix priman las invitaciones promocionales e institucionales. Altos ejecutivos de las diversas marcas que patrocinan la nueva imagen de Raw estuvieron presentes en las primeras filas, en los aledaños del ring, y el resultado fue nefasto (irrespetuoso por momentos). ¿Por qué decimos esto? Hubo muchos momentos en los que, gracias a las cámaras altas, pudimos ver como todos esos sitios estaban vacíos, por ejemplo, durante la promo de John Cena. También hubo momentos en los que los luchadores peleaban fuera del cuadrilátero ante las carcajadas de los VIPs de las primeras filas (risas más dignas de cualquier espectáculo cómico con gracia que de un evento de lucha libre profesional o deporte de entretenimiento). Esto, sin duda, es algo que la producción de WWE que siempre insiste en que 'se les tome en serio' tienen que cuidar, aunque es un terreno farragoso cuando se trata de negocios de alto nivel. Eso sí, nunca les vimo reirse así viendo la UFC.
Tema Hulk Hogan. El miembro del Salón de la Fama de WWE fue abucheado durante su promo en Raw. Vamos por partes. Hogan apareció en el programa con el único propósito de promocionar su cerveza, nueva patrocinadora de Raw, y sin ningún otro sentido. De cara a los aficionados, y sin ninguna intención de contar o formar parte de algunas de las historias vigentes en WWE, este segmento sobró. No era la forma ni el momento ni el lugar. Quizás algunos lo leyeron en clave política; hay que recordar que el Hulkster fue uno de los aliados de Donald Trump en los diferentes mítines durante la campaña electoral a la presidencia de los Estados Unidos o quizás otros lo leyeron en clave racial, ya que muchos aficionados no tienen interés en Hogan desde el problema del vídeo en el que criticaba al novio afroamericano de su propia hija, pero lo cierto es que el borrón de este Netflix se demuestra en que no podrás encontrar este vídeo en la cuenta de Youtube de WWE, por mucho que lo busques.
Y por último, cumpliendo con el papel institucional que se le suponía a la primera noche de Raw en Netflix, encontramos las largas promos, que no versaban sobre las historias actuales, sino sobre las magníficas habilidades y cualidades de la alianza WWE-Netflix; algunas de ellas, como la de The Rock, que llegó a ocupar los primeros 20 minutos de espectáculo. Segmentos vacíos que provocarán que el espectador que no ve el programa en directo se salte este precioso tiempo en busca de la verdadera acción que se prometía en los vídeos verdaderamente promocionales del programa en la plataforma.
Conclusión
Raw en Netflix no fue ni una cosa ni otra; no fue un Raw normal pero tampoco fue un PLE, a pesar de que se acercara más a este concepto que al anterior. No nos sirve este primer Raw en Netflix para saber cómo serán los programas del show rojo en un futuro próximo. Cierto es que podemos adivinar que habrá más celebridades (sobretodo actores de las series de Netflix) entre el público y que se les dará más protagonismo y notoriedad, pero poco más. Nada tuvo que ver este Raw con un show semanal habitual.
Ni que decir tiene que habrá que estar atentos a las evoluciones de un programa que buscar aún cambiar a varios talentos de Raw a SmackDown y viceversa. Todo está en construcción y, aunque estamos en el camino al Royal Rumble y se supone que las rivalidades tienen que estar encaminadas, de momento, no sabemos cuáles son, cosa que no pasa habitualmente. A estas alturas de año siempre hemos sabido, incluso, cuáles son los combates más importantes de WrestleMania, pero en 2025 parece que todo ha estado puesto en espera en base a la reacción de los aficionados y a la recepción de un Raw en Netflix al que le quedan muchas cosas por apuntalar. Había que cumplir el expedientew y se cumplió, ahora, a partir de la semana que viene, queremos un Raw único y simple para saber de veras de qué va esto de Raw en Netflix.
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