The Bloodline: La mejor historia de todos los tiempos en WWE
Todos esperábamos el siguiente episodio de SmackDown el pasado viernes como agua de mayo tras la derrota de Roman Reigns y Solo Sikoa en la "Guerra Civil" de Money in the Bank. Lo que ocurrió en Londres podía pasar, pero lo que nadie esperaba es que fuera Roman Reigns el que sufriera la cuenta de tres en sus propias carnes. La poderosa imagen le va a perseguir durante un tiempo,. quizás hasta que sea capaz de dejarle las cosas claras a Jey Uso, y eso de momento ni ha pasado ni tienes visos de pasar.
Jey Uso tendrá una oportunidad de oro
No iba a ser tan fácil que el "Jefe Tribal" claudicara. Por eso, cuando le vimos arrodillarse ante Jey Uso y llorar ante lo que parecía ser el declive de su reinado, no éramos conscientes de la tormenta que se había desatado en Londres y que estábamos a punto de ver descargar. La "Guerra Civil" no fue el final del reinado de Roman Reigns sino que debe ser y será la reafirmación del poderío de una Superestrella generacional como es Roman Reigns. El Hulk Hogan o el Umndertaker, el Steve Austin o el The Rock de esta generación tan quebrada por las redes sociales y los spoilers. Quizás por ello tenga mucho más mérito lo que está haciendo The Bloodline, que no solo Roman Reigns. The Usos, Roman y Solo Sikoa, con la estimable colaboración de Paul Heyman, está escribiendo la mejor historia de todos los tiempos en el mundo del deporte de entretenimiento, de la lucha libre y del wrestling profesional, todo esto junto y así de simple.
Jamás ha habido, y dudo que veamos, una historia como esta en la que llevamos tres años y a cada capa nos sorprende y nos entretiene más y más. El pasado viernes, como era previsible, Roman Reigns aplazó a The Usos, junto a su inseparable y leal (hasta el momento) Sikoa, aunque eso no le sirviera para cerrar el programa en lo más alto. WWE nos dio una pequeña muestra, una píldora, de cómo sería la imagen de la empresa si Roman Reigns cayera derrotado. Indudablemente, en algún momento caerá; nada es para siempre, y SmackDown nos dibujó y Jey Uso "Cabeza de la Mesa" que sometió al "Jefe Tribal" mientras pudo, para retarle finalmente al que debería ser el gran combate del verano, el evento estelar de SummerSlam el 5 de agosto en Detroit, Roman Reigns vs. Jey Uso por el Indiscutible Campeonato Universal de los Pesos Pesados de WWE.
No se trata de Jey, se trata de Roman
Hay quien se apresura a decir que esta historia siempre se ha tratado de ensalzar a Jey Uso, pero no señores, no. Esta historia siempre ha tratado sobre Roman Reigns. Desde que en el SmackDown posterior a SummerSlam 2020 le viéramos en pantalla junto a Paul Heyman, Roman Reigns ha ido construyendo su imperio, sistemáticamente sobre todas y cada una de las Superestrellas actuales y muchas de las leyendas de WWE. Cuando parecía que la historia con Jey y Jimmy Uso había acabado, cuando era el propio Jimmy el que lanzaba la toalla para que la Roman no acabara despiadadamente con su hermano, WWE pensó en quién iba a ser el siguiente. Desde el chico de moda: llámese Kevin Owens, Strowman o llámese Logan Paul o Cody Rhodes; a la leyenda de turno llámese Goldberg o Edge o John Cena, todos y cada uno de ellos acabaron sintiendo el peso del cuerpo de Reigns sobre sí tirados en la lona.
Pero no nos equivoquemos, la historia de Roman Reigns como Campeón Universal está lejos de acabar, ¿Por qué? Porque tiene que hacerlo en lo más alto, cosa que no ocurre ahora con el "Jefe Tribal". Roman no va a sucumbir como el "Jefe herido" ya que la "Guerra Civil" de Money in the Bank ha servido para volver a encender esa llama dentro del campeón, ese deseo de volver a desmembrar a todos sus rivales y disfrutar en el proceso. No nos cabe duda que, junto a Solo Sikoa, volverá a alcanzar grandes cotas de tiranía y violencia nunca vistas con anterioridad en Roman Reigns y será entonces, cuando esté en lo más alto y se sienta intocable, cuando caerá, cuando deba caer.
Recuerdo la racha de Undertaker en WrestleMania y el impacto que esta tuvo cuando llegó a su fin en la edición número 30 del histórico evento. Nadie, y lo repito, NADIE en el estadio de Nueva Orleans llegó al evento pensando que había una mínima oportunidad para que Brock Lesnar venciera a Undertaker, y lo hizo, y la imagen fue icónica, que al fin y al cabo es lo que siempre se busca cuando pasan este tipo de cosas tan inesperadas. Por ello, Roman no podía perder cuando se enfrentó a Cody, era demasiado predecible, y por ello no podía perder con Sami Zayn, era demasiado predecible. Por la misma razón Roman no va a perder ante Jey Uso en SummerSlam. Eso sí, de aquí a la gran fiesta del verano, prepárense para ver cómo Jey le gana la partida a Roman cada semana. WWE es la mejor es hacernos creer cosas que finalmente no van a pasar, pero siempre te deja esa puerta abierta.
WWE vuelve a los orígenes de esta historia encendiendo de nuevo el odio entre Roman Reigns y Jey Uso, pero esta vez, aunque parezca lo mismo, no lo va a ser. Tres años han pasado por encima de esta historia, mil vueltas de guión, pruebas de lealtad y de amistad que solo la familia podría aceptar y pasar, y con todo ello, Jey sí, sale reforzado, pero la historia que nos ocupa es y será sobre cómo hacer de Roman la Superestrella más grande que jamás haya pisado el cuadrilátero de WWE. SummerSlam 2023 será el pistoletazo de salida para la tercera etapa de esta saga (como dice Sam Roberts). Si consideramos que todo empezó en SummerSlam 2020 con la victoria de Reigns sobre Wyatt y Strowman (con Roman haciéndose con el Campeonato Universal), podemos extender esta primera etapa hasta la traición a Sami Zayn. Una segunda desde el Royal Rumble 2023 hasta ahora en la que nos olvidamos de Zayn y vivimos la implosión de The Bloodline y la tercera que comenzará en un mes.
Lo bueno que tiene esta historia es la gran carga emocional y psicológica sobre todos y cada uno de los personajes, no solo porque sean familia en la vida real, sino porque Reigns es un tirano que no duda en maltratar psicológicamente a Sami. Es por ello que tras su combate este año en Elimination Chamber la historia entre ello no acaba. La implicación sentimental de Sami con The Bloodline hace que siga apareciendo para tratar de convencer a Jey de hacer lo correcto. Por lo general, en la lucha libre, siempre hemos vivido historias que acaban cuando hay un combate entre los luchadores, pero este no es el caso y es por ello que la historia de The Bloodline tiene algo especial. No es que sea una historia inacabada o incompleta, sino que la complejidad de su estructura hace que nosotros mismos nos sintamos implicados hasta el punto de no faltar a la cita ningún viernes. Y es que esa es también otra de las grandezas de The Bloodline, que es una historia cinematográfica. No necesitamos tener un combate para están implicados, el pasado viernes, el segmento entre The Usos y Roman Reigns y Solo Sikoa duró casi 30 minutos, y no fue un combate. Algo está cambiando en la lucha profesional y quizás en esta ocasión sí que sea para celebrar.
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