WarGames: El futuro de la división femenina de WWE está en juego
El pasado lunes en WWE Raw, el equipo de Bianca Belair, Naomi, Jade Cargill e Iyo Sky se enfrentó verbalmente al grupo liderado por Nia Jax, junto a Tiffany Stratton, Candice LeRae, Liv Morgan y Raquel Rodríguez. La sorpresa llegó cuando Rhea Ripley hizo su regreso triunfal, inclinando las apuestas a favor de su equipo y desatando un caos total con un brutal enfrentamiento físico. La noche terminó con la confirmación oficial de este esperado combate en Survivor Series.
El WarGames femenino promete ser el punto de partida para varias historias que podrían impactar profundamente el panorama de la división femenina en los próximos meses. Con diez luchadoras de alto calibre involucradas, el combate no solo servirá para resolver las tensiones actuales, sino también para plantar semillas de futuras rivalidades que podrían brillar en Royal Rumble y WrestleMania 41.
En el equipo de Bianca Belair, la dinámica interna podría ser clave. Aunque han mostrado unidad hasta ahora, las tensiones están latentes, especialmente entre Jade Cargill y Belair. Ambas son figuras dominantes, y la lucha podría ser el escenario perfecto para que los egos choquen, especialmente si una de ellas comete un error que les cueste la victoria o las ponga en desventaja. Además, la incorporación de Iyo Sky, aunque impactante, no deja de ser un movimiento arriesgado. Iyo es impredecible y su historia pasada con Bianca podría reaparecer, provocando un giro inesperado durante la lucha. Si se produce una traición, podría inclinar la balanza a favor del equipo de Rhea y encender una rivalidad directa entre Bianca, Jade e Iyo, construyendo historias que se desarrollen hasta principios de 2025.
Por otro lado, el regreso de Rhea Ripley representa un cambio importante. Aunque su equipo parece tener la ventaja, su presencia genera más preguntas que respuestas. Este combate podría ser el momento en que Liv Morgan o incluso Raquel Rodríguez se posicionen como rivales claras de Rhea de cara al Royal Rumble. Si Liv logra ser la pieza clave para debilitar a Rhea o incluso dejarla expuesta durante el combate, podría justificar una futura rivalidad por el título mundial femenino, marcando su regreso como una amenaza creíble en la escena principal.
Además, este WarGames puede servir como catalizador para redefinir el papel de Jade Cargill en WWE. Si ella y Bianca logran sobrevivir a las tensiones y destacan como líderes del equipo, Jade podría utilizar esta victoria para reclamar una oportunidad contra Rhea, construyendo una rivalidad de ensueño entre dos fuerzas dominantes de la división. Sin embargo, una derrota también podría provocar un giro inesperado, con Jade enfrentándose a Bianca, sugiriendo una lucha de titanes que WWE podría guardar para WrestleMania.
En resumen, el WarGames femenino no solo será una batalla caótica, sino también una plataforma para reconfigurar la escena femenina. Traiciones, alianzas rotas y nuevas rivalidades son casi inevitables. Todo apunta a que este combate será el primer capítulo de historias más grandes, con implicaciones que podrían extenderse hasta el evento más importante del próximo año.
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